Desde tiempos de Platón ha sido fundamental para el sostenimiento de cualquier comunidad distinguir entre una condena y un fallo arbitrario. En nuestros días, el juez, en tanto intérprete preparado de la norma positiva, debe sumar al conocimiento exhaustivo del derecho la reflexión acerca de los criterios de aplicación sobre la naturaleza del lenguaje, la justificación y la lógica.
Esta obra atiende a esta necesidad básica y se centra en analizar el modo en que los jueces interpretan textos legales y argumentan sus decisiones en tiempos del neoconstitucionalismo. En este sentido, el talante metaético asumido por el magistrado adquiere gran importancia otorgando a principios y valores un rol fundamental para decidir conflictos entre derechos fundamentales o efectivizar derechos sociales, dejando al descubierto problemas de índole epistemológico y metodológico.
Para hacer frente a esto la obra ofrece el método del análisis filosófico como un instrumento imprescindible de la crítica racional para analizar argumentos judiciales y clarificar el discurso jurídico.
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