Los adelantos sociales de estos últimos años, han permitido cambios y reformas permanentes, no solamente a lo que se refiere a la identidad de las personas, sino también al cambio de género, nombres, apellidos, al punto que en la actualidad el matrimonio ya no se lo define como: «Un contrato por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos y auxiliarse mutuamente». En el mes de junio del 2019, la Corte Constitucional dio paso al matrimonio civil igualitario con cinco votos a favor y cuatro en contra: esto permite que en la actualidad las parejas del mismo sexo puedan contraer matrimonio.

Los votos en contra establecían que para que se permita el matrimonio civil igualitario se debe necesariamente reformar la Constitución; los votos a favor en cambio sostuvieron que no era necesario y declararon al artículo 81 del Código Civil y artículo 52 de la Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles como inconstitucionales, y sugirieron que la Asamblea Nacional reforme el artículo 67 de la Constitución. Un hecho sin precedentes, por cuanto en la Constitución hasta la actualidad. define el matrimonio como «La unión de un hombre y una mujer», en cambio al reformarse las leyes orgánicas se empezó a aplicar el matrimonio igualitario, yéndose en contra de la supremacía jerárquica de la Constitución.